Generalmente el copago se
instrumenta a través del pago de un determinado importe por un servicio
sanitario que se presta, distinguiendo el ámbito donde se realiza:
a) Atención Primaria.- Pago
de un determinado importe por episodio atendido. En estos casos hay diferentes
formatos: desde el pago por cada episodio al pago por trimestre.
b) Atención especializada.-
Pagos por urgencias y por estancias hospitalarias.
c) Farmacia.- Pago por
medicamentos.
Comenzando por el final,
en España en la actualidad se paga el 40 % del precio para medicamentos de la
lista oficial (30 %beneficiarios de mutualidades públicas), excepto
pensionistas (100 % gratuito) y algunos enfermos crónicos (10 %). Se excluyen
de la financiación pública los fármacos con un precio de venta superior al precio de referencia.
Uno de los principales
problemas de la farmacia, coste que anualmente crece a pesar de la introducción
de genéricos y de los límites a precios que fija el Ministerio de Sanidad, es
la fijación de las unidades de dispensación. Si las autoridades sanitarias se
decidiesen a utilizar la tecnología disponible y se obligase a los laboratorios
a producir en otros tipos de embalaje se produciría un ahorro inmediato en el
coste por consumo porque los pacientes en lugar de cajas completas de producto
solo tendrían que adquirir los comprimidos justos del tratamiento.
¿Qué se quiere obtener
con el pago? Si el objetivo es reducir el “déficit” sanitario el importe a
cobrar debería ser lo suficientemente elevado para cumplir ese objetivo, esto
implicaría que la universalidad de la Sanidad española podría dejar de serlo
porque no todas las personas podrían acceder a estos servicios en especial en
un momento económico en el que la crisis ha expulsado del mercado laboral a mas
de 5 millones de trabajadores. Si se quiere paliar este efecto pernicioso se ha
planteado que se definan los importes en función de criterios como trabajador
en activo o no y también de acuerdo con los niveles de renta. La gestión de las
excepciones, teniendo en cuenta que las autoridades sanitarias de las
Comunidades Autónomas no han sido capaces de ponerse de acuerdo ni en los
sistemas de costes, cada comunidad sigue un método, algo superado hace años en
el resto de los sectores y no digamos en temas mas complejos como Historia
Clínica o calendario de vacunación podría dar lugar a que los ciudadanos en
función de su comunidad pagarían mas o menos y que, además, los ciudadanos al
ir al médico deberían llevar consigo la declaración de la renta y el carnet de paro.
Si, por el contrario, el
objetivo consiste simplemente en reducir la carga asistencial por demanda
innecesaria los importes deberían ser tan pequeños que no afectasen a las capas
mas desfavorecidas lo que supondría un incremento del coste de transacción en
la gestión que complicaría el “déficit” sanitario.
En los próximos años la
tendencia en la Sanidad Pública va a ir encaminada a reducir su coste, tomando
las medidas que sean necesarias, entre las que se incluyen, según tengan una
visión de mantenimiento del Estado de Bienestar o sean de corte liberal, las
siguientes:
Recomendaciones
OMS[1]
|
Recomendaciones
Políticas Liberales
|
1.
Generalizar la prescripción de genéricos, formando a
los pacientes y controlando a los prescriptores (facultativos).
2.
Controlar la comercialización de medicamentos de usos inadecuados o ineficaces, así como
baja calidad y falsificados.
3.
Reducir el uso excesivo de productos y servicios
sanitarios por temor a querellas (medicina defensiva) o por demanda inducida
por proveedores. Cambio en la gestión instaurando guías de práctica clínica y
reduciendo el peso de la financiación capitativa o la financiación vía GRD.
Financiación vía impuestos indirectos para aquellos productos o servicios que
suponen unos hábitos no saludables (Tabaco, alcohol, etc.).
4.
Despilfarro en los sistemas sanitarios; Ejercer
control sobre los drivers del gasto (Control de consumos de productos
farmacéuticos y sanitarios), rediseñar los procesos que generan los mayores
consumos (Control de tareas y recursos humanos), introducir líneas de gestión
que ya han sido implantadas en otros sectores (Reformas en la gestión
logística).
5.
Sanidad Pública Universal.
|
1.
Implantar el copago, incluyendo en las consultas,
urgencias y estancias; en algunos casos se propone que también incluya el
coste de alimentación del paciente.
2.
No se toman medidas al respecto cuando el consumo
farmacéutico es el gasto mas caro después de los costes de personal, así como
problemas de corrupción.
3.
Al igual que en el primer punto, las únicas
propuestas son implantar el copago ya mencionado, así como pagar muy tarde a
los diferentes proveedores. Asimismo, el planteamiento es reducir el peso del
Sector Público introduciendo a la gestión Privada que utiliza parámetros de
calidad y servicio muy diferentes a los públicos.
4.
Cuando aparece en algún plan la propuesta se reduce a
centrales de compras farmacéuticas.
5.
Introducción de aseguramiento privado complementario
o total.
|
[1] Informe
sobre la salud en el mundo: la financiación de los sistemas de salud: el camino
hacia la cobertura universal;
ISBN
978 92 4 356402 9; Organización Mundial de la Salud, 2010